Me atrevo a decir que todas las que me leen y yo, en algún momento de nuestras vidas hemos tenido complejos; podemos ser conscientes de cuantas virtudes tenemos también, pero los complejos pesan o pesaron mucho más porque no comprendíamos quien somos realmente.
Y si te digo que los complejos no son del todo malos, ¿me creerías?
Leyendo al respecto de este tema entendí que ellos nos ayudan a desarrollar nuestra personalidad; entonces, ser conscientes de estos “defectos” con un carácter adecuado en vez de hundirnos en una depresión, harán que desarrollemos potenciales que nos impulsarán a ser mejores seres humanos.
Pero ¿son los complejos producto de nuestra imaginación?
¡No! Los complejos nacen de pensamientos conscientes e inconscientes, de sentimientos, de recuerdos y también de la sensación de autoprotección con la que nacimos.
¿No les pasa que un comentario negativo de su físico, por ejemplo, las llevan a un momento específico de su infancia donde un episodio similar las hizo sentir tan mal que simplemente no pudieron sacarlo de su cabeza y que hoy día repercuten en su personalidad y reacciones involuntarias?
Mis niñas, todas sabemos que perfectas no somos, ni una sola hay perfecta. No tenemos por qué sentir esa necesidad de serlo. Acabemos con esa sensación de querer complacer o cumplir con estereotipos que llegan a ser antinaturales.
Oro al Señor para que puedas ver lo hermosa que eres, las cicatrices y las estrías son marcas de que eres real, son pruebas de milagros de testimonios que debes dar, son gracia y son prueba de la misericordia de Dios en tu vida.
Ahora… hay otros mal llamados, a mi parecer, “defectos”, que nosotras mismas hemos cultivado en nuestro intelecto y en nuestro físico.
Yo hasta hace un tiempito fui muy gordita, pero Dios no me hizo así. Mi alimentación era pésima, no tenía autocontrol sobre mi ansiedad y eso me llevo a tener un gran sobrepeso.
Me hice consiente de eso que no me gustaba de mi misma, y busqué la forma de cambiarlo, pues ser conscientes de los complejos propios es la fuente principal para superarlos.
Se trató de hacerme consiente de cuál fue el origen di mi complejo, para saber entonces salir de él, y salir de él, me llevó hoy a poder estar escribiéndote sobre el valor que tengo en Dios física, emocional e intelectualmente y estoy trabajando ahora para ayudarte a comprender que tu vales tanto como yo, Dios te ama tanto como a mi.
Muchos de los complejos se superan si sacamos el lado positivo de cada situación, si potenciamos nuestros dones y virtudes y ayudamos a potenciar las de las demás sin dejar de ser realistas.
Debes tener claro que si quieres superar tus complejos debes salirte de ese sentimiento de ser ideal en cualquier aspecto. No fuiste producida por masas para tener que parecerte a las demás. No eres un patrón, eres auténtica y única; tu mente y tu cuerpo sólo debe glorificar a Dios, no a otro ser humano.
¡Perdona¡ Si, perdona aquellos quienes fueron instrumento para crearte traumas y conceptos irreales de ti misma.
Perdona a esos amiguitos de prescolar que se burlaban de ti; perdona a ese familiar que a voluntad o involuntariamente sembró ideas erradas de lo que eres; perdona a quien causó esas marcas, esas cicatrices en tu cuerpo, en tu corazón y en tu mente.
Sé libre mi niña, libérate, te mereces despojarte de ese peso. Una princesa de Dios no tiene que llevar esas cargas. Libérate.
No tienes que tener el mejor cuerpo, no tienes que ser millonaria ni obtener el mejor empleo o puesto de la empresa en la que trabajas. No tienes que demostrarle a nadie tu felicidad, no tienes que complacer a nadie. No crees expectativas irreales de una “vida perfecta” ni de un “físico perfecto”.
Si solo quieres estar mejor, como lo dije anteriormente, para exaltar al Señor, pero también para ti misma, proponte metas y retos cercanos, accesibles y alcanzables.
Un paso a la vez te lleva a este objetivo cercano, al llegar, proponte entonces otro hasta llegar a la meta.
Agradece y sé feliz con lo que tienes. Pero por supuesto puedes tener mas, solo que de eso no dependa tu felicidad, tu confianza y tu fe.
Prográmate para conseguir aquello que quieres levantando desde ya las manos en victoria, en esa que ya te dieron en la Cruz.
Por favor descarga, completamente gratis esta herramienta que vas a ver a continuación. Es una hojita dónde vas a hacer una lista de todos tus complejos. Al frente vas a encontrar otra casilla dónde vas a escribir cuál es ese primer objetivo que te vas a plantear para superar ese complejo. Al final vas a encontrar un espacio para escribir el nombre de esas personas a las que perdonas por haber sido un instrumento formador de esos traumas que, en el nombre de Jesús, hasta el día de hoy te influenciarán erróneamente.
Recuerda que también debes perdonarte a ti misma porque se que muchas veces somos las que mas nos lastimamos con conceptos, palabras e ideas falsas de nosotras. Porfa compártelos en @vanya.blog, y ayudemos a otras mujeres a reconocerse como las niñas de los ojos de Papá.

Frente al Espejo