PLANIFICACIÓN SPV: Pon en manos del Señor todas tus obras y tus proyectos se cumplirán. Proverbios 16:3

Cuando leemos la palabra planificación, inmediatamente pensamos: “que aburrido”, “no tengo tiempo”, “eso es para las mujeres que no trabajan y les sobra tiempo”, “yo no necesito planificación”, “todo lo tengo en mi mente y así me ha funcionado”; pero todas las áreas de nuestra vida debrámos planificarlas.

Si trabajas y tienes jefes, sabes que ellos te exigen llevar un plan a cabo como por ejemplo cumplir un horario; no puedes decir: “hoy no tengo ganas de trabajar” y simplemente no ir; quizá si tienes agendado unas fechas para entregar informes, proyectos o resultados. Estoy casi segura de que no te alcanzaría el tiempo para tener un buen desempeño si no lo haces programándote para desarrollarlo con anticipación y por metas.

La planificación es algo que nos enseña Papá Dios. Si empiezas a leer La Biblia encuentras que Él hizo y creó el mundo en siete días, ¿te acuerdas de esa historia?  bueno, Papá planificó, Él no hizo el mundo en un solo día sino en siete y cada día realizó tareas específicas y ordenadas. También dedicó uno de ellos para descansar, porque esto es importante también.

Otra de las historias de la Biblia dónde podemos ver que hubo planificación es cuando Noé tuvo que fabricar el arca; Dios le dio indicaciones para esto y solo llevándolas al pie de la letra, este personaje pudo construirla tal cual el SEÑOR la necesitaba.

Papá nos quiere enseñar a ser organizadas. No serlo nos lleva a tener estas áreas de nuestras vidas en caos, debemos de dejar de improvisar y empezar a planificar.

Vamos a aprender entonces básicamente cómo empezar a planificar durante todo el año en cada área con apoyo de herramientas que te voy a regalando como en la mayoría de las entradas de mi blog.

#SPV: (Sueños, Planificación y Verificación) es una guía en la que nos podemos basar e implementar diariamente para poder brindar al mundo nuestro mayor potencial. No importa si estas bajo supervisión de tus jefes, o si eres independiente, ama de casa o estudiante. Todo lo que haces, hazlo con amor y entrega lo mejor, no como para el hombre sino como para el SEÑOR. Créeme Él te recompensará con su herencia.

Recuerda que en lo que estás haciendo, le sirves a Cristo, nuestro Señor. Míralo así, no es para una empresa ni para tu jefe, no es para llevar alimentos a tu casa, no es por satisfacción personal. Enfoca tu mirada en que sea lo que sea que estás haciendo, así sea la limpieza de tu hogar, es para Dios y no para el hombre.

Para empezar nuestro SPV, piensa en tu SUEÑO (meta).

¿Cuál es ese sueño? Es la meta que quieres lograr este año.

Tus sueños pueden ser: abajar por un cuerpo más saludable, fortalecer la relación con algún familiar, desempeñarse mejor en las tareas del hogar, alimentar tu mente de cosas positivas como lo puede ser un libro, presupuestar tu economía, etc.

Divide tus SUEÑOS (metas) en áreas: Física, familiar, económica, espiritual. ¿Qué quieres lograr y en qué te vas a enfocar en cada una de ellas mensualmente?

Después de esto vamos a tener un PLAN DE ACCIÓN. Es la parte más hermosa del SPV pues es lo que vamos a hacer para que ese sueño-meta lo cumplamos. Aquí vas a imprimir tu creatividad, tu tiempo y sobretodo la disciplina con la que vamos a crear hábitos que posteriormente nos llevan a ver los resultados que queremos conseguir.

Miremos el SPV como ejemplo en una de las áreas de la vida:

Área Física:

Sueño (meta): Bajar de peso

Plan de Acción:
-Planificar mis comidas
-Ejercitarme (en casa, aire libre o ingresar al gimnasio)
-invertir en las siete semanas “se tu mejor versión” @cvarosa

Finalmente llegamos a la etapa de VERIFICACIÓN que es un encuentro con tus decisiones, es una autoevaluación de lo que se pudo lograr y lo que debemos mejorar sin perder la alegría de lo que pudimos conseguir. Es un constante reinventarnos.

Para desarrollar el SPV quiero regalarte, justo después de este párrafo, algunas herramientas de apoyo que puedes descargar gratuitamente.