“Dar es mejor que recibir” se ha convertido en una frase muy usada pero sin verdadero sentido de solidaridad.

Cuando damos, en vez de perder algo, ganamos la satisfacción de que nuestros recursos son de bendición y alegría para alguien mas.

Somos bendecidas para bendecir, con lo mucho o poco que tengamos, siempre hay algo para compartir ya se en lo material, emocional o espiritual.

No dar oxida nuestra alma, nos gana el egoísmo, la avaricia y la ambición. Vamos perdiendo el sentido de la humanidad.

Si has leído la Biblia seguramente sabrás obre el Mar Muerto y el Mar de Galilea. Hoy quiero hablar un poco sobre ellos.

El mar muerto se encuentra a 398 m. debajo del nivel del mediterráneo y el río Jordán le entrega mas de 6 millones de metros cúbicos de agua por día; recibe esta cantidad de agua sin compartirla o desembocar en ningún otro lugar y esto hace que su concentración de sal sea muy elevada, alrededor de un 25% a diferencia de los demás mares que solo tienen de 2% a 3%.

El mar de Galilea es mucho mas pequeño que el mar muerto y recibe agua de muchas fuentes pero también desemboca en otras tantas; Este recibir y dar es lo que le da vida, lo hace atractivo a turistas con un ambiente mucho mas bello y agradable.

El don de dar hermosea y no es diferente para nosotras, como seres humanos, caritativas y bondadosas.

Cuando das, ¿lo haces con amor o por compromiso y obligación?

Fuera del amor, nos sentimos indispensables o superiores, nos invade la soberbia y nos visita el egoísmo pero si lo hacemos por compasión, si nos ponemos en el lugar de los demás y logramos imaginar la angustia de sus necesidades al brindarles soluciones, una palabra o nuestro tiempo, que también es servir, entonces el gozo del Señor se hace presente, el corazón se alegra y dice La Palabra que ” El corazón alegre hermosea el rostro;” Proverbios 15:14. Esto es lo que nos hace hijas de Dios, quienes hemos heredado Su misericordia para con toda la humanidad.

Recuero una historia que quiero compartirte y se trata de una mujer en tramites de divorcio y le pide a su abogado que haga lo posible para que su esposo sufra todas las consecuencias posibles en ese proceso, ella quería que el sintiera todo por lo cual la hizo pasar. Sin embargo el abogado le recomendó un trato muy distinto al que ella quería darle. Le dijo que lo tratara bien al llegar a casa, que lo atendiera y le dedicara tiempo, que le hablara palabras edificantes, que diera lo mejor de ella y luego de eso, justo cuando el se sintiera pleno y que todo estaba bien, le recordara el divorcio. Eso iba a dolerle como ella quería.

Un tiempo después la mujer volvió donde el abogado y le dijo que había cumplido todas sus recomendaciones; el abogado entonces le preguntó cuando firmarían divorcio. Ella, con un semblante muy distinto al de la primera vez le contestó que no se divorciaría pues se había vuelto a enamorar de el y que por el contrario renovarían sus votos.

Ella fue mar muerto, no había vida en ella pues no daba de lo mucho que tenía hasta que se decidió hacerlo y su corazón cambió, su vida cambió, y la alegría llegó. Después de todo en tierra deseable se convirtió, de Mar Muerto a Mar de Galilea pasó.

Vamos a proponernos a ser Mar de Galilea también, analiza tu entorno y de que forma puedes ayudar a los demás.

Quiero motivarte a que des por medio de un reto; haz una lista de lo que crees que puedes hacer o de lo que puedes dar; apuntalo en una agenda o tu diario y busca estrategias para compartir y regalar aquello que tienes, que no siempre es material.

#SoyMarDeGalilea

Desde hoy hasta el 14 de febrero te reto a ser de ayuda para alguien mas. Regala un abrazo inesperado, visita a esa persona que sabes que necesita ser escuchada, invita a alguien a tomar un café. Registra tus momentos con fotos y compártelas en Instagram etiquetando a @vanya.blog con el #SoyMarDeGalilea

Te quiero regalar ideas de lo que puedes hacer y que he venido practicando con Jr.

• De lo que recibimos también damos, por ejemplo: si le regalan una camiseta, el regala una de él en buen estado.

• Otra práctica es que a veces compramos en un restaurante comida para llevar y la regalamos a alguien en el camino que sentimos que lo necesite.
• Llevamos una canasta familiar (mercamos alimentos básicos) y lo regalamos a familias de muy escasos recursos.
• Donamos los libros del año anterior cursado por Martín Jr. y que aún estén en óptimo estado.
• O bien, con un grupo de amigas unimos recursos para armar kits escolares que en esta temporada son muy necesarios.
• Sacamos tiempo para visitar a fundaciones y hospitales dónde hay personas que solo necesitan compañía en sus procesos para sentirse amados.

Todo esto debes hacerlo con peronas distintas a familiares. Sal de tu zona de confort y conoce, amplía tu círculo siendo de bendición para ellos. Lo poco que puedes dar, puede ser todo lo que alguien mas necesita.

ES MEJOR MORIR FLUYENDO QUE VIVIR LLENA Y ESTANCADA.